Enclavado en el casco histórico de Bera, pueblo situado en el valle formado por el río Bidasoa, se ubica un edificio del siglo XVIII.
En 2002 se rehabilitó, convirtiéndolo en un pequeño hotel de 18 habitaciones, todas ellas con su carácter de hogar pero con comodidades actuales y una decoración muy cuidada rodeada de historia, solera y buen hacer.